viernes, 2 de marzo de 2018

[Entrevista] José Luis Fernández Juan

[Entrevista] José Luis Fernández Juan


Buenas a todos!


Esta entrada promete ser larga pero no por ello aburrida sino todo lo contrario porque... ¡es la primera entrevista oficial que hago a un escritor! Se trata de José Luis Fernández Juan, autor de Pinceladas de Harmonía, cuya reseña podéis leer aquí. Ha sido muy amable contactándome y contestando detalladamente la enorme cantidad de preguntas que me surgieron mientras leía su libro.






ENTREVISTA PARA BLOG ART2KEY

PINCELADAS DE HARMONÍA

DE

 JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ JUAN

                                                                 Febrero 2018


Hablando del libro que nos atañe, Pinceladas de Harmonía, háblanos un poco de él.

Pinceladas de Harmonía es un envite arriesgado para una propuesta de reflexión y divertimento. 17 capítulos o pinceladas de un pueblo llamado Harmonía bastan para comprender que podemos aspirar a mejorar la sociedad asimilando y practicando adecuadas  conductas de relación. Los harmonienses son entes inspiradores. La lectura de Pinceladas de Harmonía haría que se abrazasen iconos como Lennon, Dalí o Cervantes. Pura intemporalidad.


¿En qué género o estilo lo situaría? ¿Por qué hacer fusión de géneros? ¿Qué géneros te influyen más?

El estilo de la obra saldría de la hibridación del género narrativo y lírico. La fusión de géneros posibilita ampliar las perspectivas de visión sobre nuestro mundo digitalizado y global. La mezcla es enriquecimiento. No hay que poner barreras ni límites.
El género en el que más me gusta zambullirme es el poético; me facilita explorar todas las posibilidades del lenguaje y mirar la realidad con más aperturas de sentidos.


¿Qué le ha inspirado para escribir este libro? ¿Ha sido difícil documentarse?

La inspiración me viene sobre todo de las imágenes creadas por artistas como Salvador Dalí, El Bosco, Leonor Fini o Remedios Varo que he querido trasladar al libro. Las atmósferas de Harmonía están modeladas desde su influencia. Cada autor aporta su misticismo e introspección.
La documentación se ha perfilado a partir de la contundencia y rigor de las imágenes de sus obras pictóricas. Trasladarlas a las palabras representa una apuesta premeditada de dilatación del lenguaje poético que nos llevará a descubrir que detrás de cada palabra se esconde una revelación.








¿Cómo ha sido la acogida del libro desde su salida?

A día de hoy vamos por la 4ª edición. Estoy contentísimo porque cualquier propuesta transgresora como por ejemplo Pinceladas de Harmonía inmediatamente se pone bajo sospecha por los circuitos de consumo más convencionales.
Afortunadamente Pinceladas de Harmonía ha contado con el beneplácito del público que ha entendido que un libro escrito con espuma y sol también puede suscitar sonrisas y cautivar conciencias.


¿Qué crees que le ha faltado al libro o que posteriormente a la publicación habrías querido añadir?

Al libro le falta la continuación de sus aventuras. Estas vendrán en un segundo libro que las prolongará en una embelesadora urdimbre infinita donde todas se seguirán trenzando. Y a este segundo libro le faltará todavía otra continuación.
Pinceladas de Harmonía se plantea como una trilogía. El espíritu de Harmonía no puede ser encapsulado en el tiempo. El excitante desparpajo de sus renglones desacelera intervalos de conclusión.


17 capítulos que hablan de diferentes ciudadanos de Harmonía, superficialmente, ¿por qué usar esta forma de contar historias paralelas?

Las historias paralelas de Harmonía siempre acaban entrecruzándose. Parten como equidistantes pero arriban fusionadas.
El deambular transversal de los personajes nos invita a que su identificación en cualquiera de las 17 pinceladas sea reconocible. La compenetración con los actantes es inminente ya que la inherencia que comparten posibilita que no se pierdan por latitudes imprevistas.


¿Por qué tantos artistas en la historia? ¿Qué le ha llevado a enfocarse en el arte?

El arte es uno de los puntales de la educación en Harmonía. El que haya tantos artistas denota la asimilación de esta pedagogía y su aire de encantamiento.
Los harmonienses desde que nacen succionan cultura; cultura es arte; arte es conocimiento. Y tienen a gala defender la cultura. Con orgullo pero con humildad. Es un valor que preservan.
Por ejemplo, si observas todos los personajes de Harmonía tienen un nivel de lenguaje muy elevado. No importa su clase social ni su profesión. Entienden y valoran la importancia de la lengua para comunicarse con precisión y perspicuidad. Cuidan su formación. Este prurito es un rasgo que se lo han cosido a su solapa y no van a permitir que se les deshilache.
La elaboración del carácter de los personajes se tornasola desde su condición de artistas. En mayor o menor medida todos participan de esta realidad. Existen tantos puntos de fuga como direcciones en su espacio.






¿Qué capítulo fue el más complejo de escribir y cuál el más fácil?

Los menos complejos (nunca un capítulo es fácil de escribir) han sido “Lisardo y Lucía. Fragancia de fresas” y “Gym Air y Venus Body. Coreografía deportiva con doble i griega”.
El de “Lisardo y Lucía. Fragancia de fresas” recuerdo que lo escribí raudamente a partir de la seducción que ejercía sobre mí en aquella época un programa de televisión que se llamaba “Masterchef”. En seguida vi la idea y su potente línea narrativa a desarrollar.
En “Gym Air y Venus Body. Coreografía deportiva con doble I griega” intente conjugar dos conceptos: el gimnasio y la música de los Beatles. Al contrario que en el capítulo gastronómico, estas dos nociones no fueron tan coyunturales. El gusto por el deporte y por las melodías de los Beatles me ha acompañado desde muy infante. La excitación resultaba directa, connatural y de confortable exposición.
Estos dos capítulos los tengo disponibles como audiolibros en el canal de youtube: joseluisfernandezjuan. Se pueden escuchar con exquisita limpieza de sonido.
Música de fondo e imágenes caleidoscópicas. Los dos videos tienen una dimensión inherente de adhesión, pureza y profundidad.
El más difícil de escribir fue el penúltimo capítulo “Cynthia. Burbujas de reciclaje”; tenía que manejar congruentemente bastantes claves de comprensión simbólica.
No resultaba sencillo gestionar y unificar los diferentes paralelismos retóricos de personajes previamente desarrollados como Lucía, Lisardo, Enzia, Cloe o Paz con otros más novedosos como Bárbara, Guido, Régulo, Brisda o Cósima.
“Cynthia. Burbujas de reciclaje” se podría considerar como un contracapítulo; extremo pero inexcusable.
Pretendía darle un carácter detallado, alusivo y recapitulador. Esta complejidad se hacía inevitable para crear un anticlímax que diera rienda suelta al liberador capítulo final.


¿Tuvo intención de continuar escribiendo o fue el propio libro el que le propuso un final?

 Los dos veranos en los que escribí el grueso de Pinceladas me dieron material para Pinceladas de Harmonía y para la base de dos continuaciones más que espero vean la luz próximamente.

Cada historia de cada capítulo deja huecos para que sean revestidos por diferentes interpretaciones. Cada vez que lees un fragmento puede cambiar tu apreciación del mismo. Igual ocurre con el epílogo.

El final de Pinceladas deja preguntas por resolver y personajes por desarrollar. Te deja con la intriga de querer conocer más y mejor todo lo que se nos bosqueja en el libro con pinceladas.


¿Cuál ha sido el proceso de escritura y su rutina de inspiración?

La inspiración es aleatoria y cuando me soplan las musas apunto las ideas a modo de borrador. Estas ideas las desarrollo en los períodos vacacionales (verano, pascua y navidad). En estos lapsos mecanizo mi proceso de escritura. Repaso todo el material pergeñado y con mi mochila de compromiso voy puliendo detalles, contando historias y desarrollando argumentos. Con autodisciplina y motivación acaban surgiendo pasajes convincentes.


¿Qué trataba de alcanzar con este libro, tanto personal, académica y literariamente? ¿Ha supuesto un reto?

Mi objetivo inicial al escribir Pinceladas de Harmonía fue poder conectar con receptores para que contándoles las pinceladas de los sugestivos personajes de Harmonía (sin feísmos ni crueldades) advirtieran que un nuevo estilo de convivencia es posible y que depende de nosotros que apostemos por él.

 Si vamos más allá de las aventuras de sus divertidos personajes, podremos entender que se puede alcanzar un estado de paz cercano a la plenitud. Todo esto sería un objetivo a nivel personal.

A nivel académico y literario me gustaría que el lector aceptase el desafío de cruzar la línea roja y disfrutase de la aventura de dejarse llevar por la magia y retórica de las palabras.

El atrevido método conceptista de narración contraviene la normalidad y le lleva a alejarse de otros estilos más comerciales al uso. Como autor asumo ese riesgo con gusto.

Si el lector logra encontrar diferentes sentidos en diferentes lecturas, tendremos la garantía de que el presente de Pinceladas de Harmonía se proyectará en un futuro como una obra de vigencia eterna.


¿Diría que es un libro para todos los públicos o va dirigido a un público selecto? ¿A quién recomendaría leer su libro? ¿Con qué edad debería leerse?

Pinceladas de Harmonía  se podría plantear como libro de lectura a partir de los 14 años.
El receptor puede elegir el nivel de lectura que le interesa: el reflexivo, el simbólico, el analógico, el surrealista, el inferencial, el humorístico…

El lector tiene la opción de interpretar sentidos diferentes de la misma realidad. Si la gramática conceptista te posibilita este juego, la relectura te garantiza nuevos descubrimientos.


Algunas frases y párrafos fluyen y otros se cortan tajantemente. ¿Es parte del proceso intencionado de construir una “partitura melódica y visual” de sus palabras?

Sin duda. Pinceladas de Harmonía se también podría definir perfectamente como una “partitura melódica y visual tejida con palabras”. La polisemia del título no es casual.

Recuerdo una canción de un grupo efímero de principios de los 80 que se llamaba Trastos. Tenían una canción que comenzaba así “Volaré en ondas a tu espacio… dibujaré estrellas excitantes… me filtraré a través de los espejos…”. Esa es la atmósfera que pretendía para Pinceladas…pero anclada en nuestra sociedad digital más vigente.

Eso es el Strawberry fields forever de John Lennon, El enigma del deseo de Salvador Dalí, el See Emily play de Pink Floyd o la Golconda de René Magritte. En Harmonía la influencia de sus  acordes e imágenes es evidente.




Los juegos de palabras y numerosos adjetivos, que me han parecido sublimes y muy divertidos, ¿qué función tiene para ti mismo? ¿Crees que el libro habría sido igual sin ellos?

Pretendo que el acto de lectura resulte lúdico. El juego desarrolla el intelecto y garantiza el divertimento. Se descubren mundos alternativos y se experimentan emociones profundas. Enseñar a través del juego posibilita al receptor orientarse mejor en el espacio y en el tiempo.

El potencial de los juegos retóricos es ilimitado. Todas las figuras retóricas que cualquier chaval aprende en el colegio aparecen en Pinceladas de Harmonía. En el siglo XVII, el siglo de oro de nuestra literatura, autores como Góngora y Quevedo trabajaban con profundo vigor intelectual la ludolingüística. Ellos abrieron la veda;  yo me dedico a seguir su estela adaptándola al siglo XXI.


¿Por qué nombres completos o ya casi en desuso? ¿Se trata de una reivindicación?

Cada nombre contiene la esencia de su personaje. Lucía es una persona que brilla en la gastronomía; Paz y Enzia son dos hermanas sosegadas, Druso es un excelente líder; Bárbara es extraordinaria; Mepomucena es activa, dinámica y seductora; Yalinka es emprendedora, independiente y rápida; Cloe es original, carismática y soñadora; Victoria es ganadora, Nano es bajista; Calisto es bello; Teodoro es Doroteo…

Nombres como Burdungófora, Romualdo, Teotiste, Godofredo o Sindulfo perfectamente tendrían cabida en Pinceladas. Con la elección de estas nomenclaturas reivindico la necesidad de rescatar nombres que languidecen o que se encuentran en estado inminente de desaparición.

Amparar las minorías o el factor diferencial como realidad de valor defendible forma parte de la esencia de Harmonía.

 Las mayorías son tan valiosas como las minorías. Lo mínimo pude ser máximo. Nombres minoritarios como Omara, Petronilo, Brito o Sabiniano pueden ser tan atractivos  como algunos mayoritarios como Ana, Benicio o Claudio; que también aparecen.  Todos tienen cabida.

Ojalá en un futuro la influencia de Pinceladas de Harmonía genere que nombres como Anivderaleva, Daristóbulo, Lisardo, Sandor, Atenógenes, Ovidio, Evelyno o Brito se conviertan en tendencia.


¿Es este libro un aliento positivo para todos aquellos que no han conseguido aún sus sueños o están en ello a pesar de estar rodeados de negatividad?

Pinceladas te abre la mente y te invita a pensar de forma diferente. Nuestra sociedad neoliberal nos ha invadido con ideas preconcebidas que tienen que ser revisadas. No podemos seguir así. Hemos de ser más solidarios; lo que demos será lo que recibamos.

El libro te anima a que perseveres en lo que crees, aunque te encuentres con cortapisas que te muevan a desistir. En nuestro interior tenemos todas nuestras claves. Puedes convertirte en quien quieras, si descubres las claves para conseguirlo.


A veces parece una sátira y otras un reflejo fidedigno de una ciudad real. ¿Hay personalidades conocidas tras estos nombres y descripciones?

La combinación de lo imaginativo con la realidad aproxima a Pinceladas a un concepto muy oriental de la existencia. A la hora de la verdad advertimos que no están tan desligados estos dos conceptos. Combinados nunca escapan de sí mismos.

Cualquier personaje puede ser quien tú quieras que sea: Cloe podría ser Ágata Ruiz de la Prada; Lisardo, Jordi Cruz; Daristóbulo, Pepe Macías; Nano, Felipe Chimichurri; Calisto, Andrés Velencoso; Atenógenes, Joaquín Torres; Anivderaleva, Elsa Punset; Lorelei, Txenia Tchoumitcheva… 

Lo mismo ocurre con los enclaves espaciales. Los simbolismos son infinitos. Harmonía es una comunidad universal de pensamiento y de concreción.






El arco iris de Atenógenes y Cloe ¿es parte de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia?

Si decides interpretarlo así; por supuesto. El arquitecto Atenógenes lo habría diseñado para que los delfines del Oceanográfico pudieran nadar por los arcos de luz de los arcoíris de Cloe.

Cynthia supervisaría el Museo de las Ciencias y Sabiniano, el Hemisférico.

Todo puede encajar en la libre interpretación de propuestas abiertas. Las envolvemos de coherencia y fluyen.


Un personaje que me llamado la atención es Teodoro/Doroteo, una persona con doble personalidad. ¿Es en realidad bipolar o es una persona que muestra su “yo” exterior e interior a la vez como dos entes propios aunque en igual cuerpo?

La bipolaridad es un desorden que afortunadamente no tiene Doroteo. Este dato se aclarará en la continuación de Pinceladas de Harmonía. Los lectores me preguntan continuamente sobre este tema y lo aclararé en la segunda parte de Pinceladas. Habrá que esperar…

Teodoro en Pinceladas de Harmonía parece ser que tiene un trastorno disociativo de la identidad del yo; sin embargo él todavía no lo sabe… ni le preocupa.

Su doble personalidad le hace tener unos criterios y pautas de conducta que vendrán marcados por las circunstancias del momento. Sus “yoes” externos e internos irán apareciendo desde la veladura y el desvelamiento. Su espíritu, creación y pensamientos serán siempre más mudables que hegemónicos.


Si el libro fuera un color, ¿qué color representaría? ¿Sonido/canción? ¿Sabor? ¿Olor?  ¿Juego? ¿Y estilo artístico?

  • Color: El azul celeste. El del cielo sin nubes y el del mar soleado.
  • Sonido/canción: Lucy in the sky with diamons  de John Lennon.
  • Sabor: Umami; delicioso y profundo.
  • Olor: Fragante; aromático y balsámico.
  • Estilo artístico: La psicodelia; pero anclada en el XXI y sin sustancias lisérgicas.


Si tuvieras que elegir un personaje del libro, ¿cuál sería? ¿Una cita? ¿Un capítulo?

Imposible elegir uno; o mejor sí; uno de tras de otro: Yalinka, Gascón, Brito, Sandor, Ovidio, Mepomucena, Evelyno…

Lo mismo me ocurre con las citas, pero te avanzo una que me parece esencial: “La vida es chévere si sabes vivirla”.

Un capítulo tampoco puedo elegir; tendría que elegir 17.


Si fuera un ciudadano de Harmonía, ¿quién sería, qué haría y por qué lo conocerían?

En Harmonía cada persona adapta su corazón y su espíritu a esa profesión elegida que les va a posibilitar conjugar emociones con razones para poder llevar una vida plena. Trabajaría como profesor en la Universidad de Arte Contemporáneo y me conocerían por impartir clases de Literatura. A esta profesión llegaría después de conocerme a mí mismo, evaluar las opciones de acceso y tantear las posibilidades que existen de que pueda vivir de ella y por ella.


¿Qué ciudad o ciudades españolas y del mundo podrían ser Harmonía?

Cualquiera podría ser si quisiese. Casi todas tienen pellizcos de Harmonía: gastronomía, arte, paisajes, gentes… No estamos tan lejos.

En el mundo contemporáneo lo más cercano a Harmonía podrían ser Las Islas Fiji o Bután.


¿Cómo explicó al artista de la portada, Antonio López Galdeano, lo que quería para su portada?

Vi la imagen ya diseñada y pensé que era exactamente lo que necesitaba para la portada del libro. Reflejaba perfectamente la atmósfera de inhalación de amor y exhalación de paz que buscaba. La fantasía es un espíritu libre y la estampa de Antonio me pareció fantástica.


¿Alguna anécdota que quieras contarnos del libro?

En el verano del 2013 para iniciar mi proceso de escritura recuerdo motivarme con música del pop español de los primeros ochenta. La tenía bastante olvidada. Canciones como “Sonorice su templo”, “Gammaglobulina”, “Todo el mundo”, “Ivonne”, “Antes de que salga el sol”, “Beibi offset”… no dejaron de sonar por aquella época.

Estas canciones han dejado un legado indeleble en Harmonía. A partir de sus arpegios Harmonía se convirtió en el libro de nuevo pop adaptado al mundo digital que es hoy.




Para que los lectores se pongan en contexto, háblanos un poco de ti.

Me cuesta. Más que hablar de mí, preferiría que los lectores me descubriesen con la lectura de mis libros. De todas formas si buscas José Luis Fernández Juan por internet, ya encuentras bastante material…


¿Tienes algún proyecto en marcha que podamos saber?

Acaba de salir al mercado mi segundo libro El diccionario de JLFJ. Es un compendio de casi 1.800 palabras inéditas u otras ya existentes con nuevos significados. Un libro absolutamente recomendable por su hilaridad y componente lúdico. Te avanzo algunas voces:

Almahadón: Colchoncillo de espíritu para sentar la cabeza confortablemente.

Balonganiza: Pelota alargada embutida con carne de cerdo triturada.

Cosmobolita: Canica que ha rodado por muchos países.

Desmudo: Sin palabras.

Equisdistancia: Paridad entre dos palos efectivamente cruzados y afectivamente alejados.

Gominhola: Golosina blanda y gomosa que antes de ser ingerida, en lugar de despedirse con un adiós, te saluda familiarmente.

Laringenioso: Agudo con la glotis.

Obrigato: Gracias de un minino.

Sopaco: Axila de Francisco.

Vestíbulo: Recibidor prendado por el infundio.


Si no hubieses escrito tú este libro, ¿qué autor/a te habría gustado que lo hiciera? ¿O cuál se acerca a tu estilo?

Cualquiera que haya sido mi referente: Cervantes, Cortázar, Góngora, Quevedo, Jardiel Poncela, Juan Ramón Jiménez, Borges o Darío.

De todas formas, si tuviera que elegir un autor, creo que el que globalmente más se aproxima al estilo de Harmonía es Ramón Gómez de la Serna.

Su originalidad en el ingenio de las sentencias, las asociaciones de ideas desde el humor y las metáforas, la polifonía de su lenguaje, la impresión de espontaneidad y frescura, sus piruetas conceptuales o la preocupación por la realidad observada desde puntos de vista alternativos son rasgos que también confluyen en Pinceladas de Harmonía.

Pinceladas podría marcar un emplazamiento lindante entre el lenguaje simbólico que fue con el que será. Todo mi aprendizaje literario se lo debo a los clásicos que te he comentado, que son los que me han enseñado a tener un “lenguaje propio”. Los adoro…y los recomiendo.


Centrándonos un poco en el blog Art2Key, ¿Qué te llama la atención?

Tu blog apuesta por el ARTE como motor de influencia en la vida. En Harmonía es exactamente lo que ocurre. Todos los harmonienses asumen que una sociedad honesta y dichosa se vertebra desde la absorción y puesta en práctica de la cultura para el servicio común.
Art2Key tendría una aceptación masiva en Harmonía; todos sienten pasión por los libros, el cine o la música. El carácter heterogéneo de tu blog también coincide con el talante de Harmonía. La idea de que cuanto más diferentes y abiertos seamos, más ricos y prósperos seremos, también es un rasgo concomitante.
  




Hasta aquí esta entrevista :D
¡Espero que os haya gustado!

¡Muchísimas gracias a José Luis Fernández Juan por la oportunidad de entrevistarle!



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