lunes, 8 de junio de 2015

Abelardo y Eloisa

Abelardo y Eloisa

Buenas a todos!

¿Qué tal el día? Bien, ¿no? Hombre, aún siendo lunes... xD No, en serio, estamos en junio y la humedad comienza a ser más pegajosa de lo que me gustaría que fuese en realidad, pero eso no me desanima a traeros una nueva historia. ¿Estoy siendo demasiado empalagosa con todo esto? la verdad es que me sirve de lujo para despejarme de todo el trabajo que tengo entre examen y examen... ¡qué lata! Espero que termine pronto.


Abelardo y Eloisa

Abelardo nació en 1079 en Palais, en la Alta Bretaña, una aldea próxima a Nantes. Berengario, su padre, era una persona culta e ilustre que supo hacerse cargo de la educación de su hijo y sus hermanos. Siendo muy joven, Abelardo fue destinado a la carrera militar, que luego abandono por su pasión por el estudio. Cultivó todos los saberes de su tiempo, incluyendo la música y el canto. Y fue por el estudio que renunció tanto a su herencia como a su primogenitura.
A los 20 años, Abelardo se marchó a París, dedicándose a la filosofía. Estableció una escuela en la colina de Santa Genoveva y a la misma atrajo a una gran multitud de alumnos de los que mereció profundo respeto. Años mas tarde, sus obras De trinitate y su Introducción a la teología, despertarían grandes polémicas y serían condenadas por la Iglesia Romana.

Eloísa, era una bella joven de talento excepcional, sobrina de Fulberto, canónigo de París. Había nacido en 1101 y tenía entonces 17 años. Abelardo, que vivía en casa de Fulberto, sedujo a Elosía bajo el pretexto de cultivar su formación filósofica: inflamado de amor, busque ocasión de acercarme a Eloísa y en consecuencia, trace mi plan.”, decía Abelardo en una epístola dirigida a uno de sus amigos.

Cuando Eloísa quedó embarazada, Aberlardo decidió raptarla para conducirla a Bretaña. Allí, dio a luz un niño en la casa de la hermana de su amante. Pero cuando Abelardo regresó a París, Fulberto lo esperaba para ejecutar su venganza: sus emisarios multilarían sin más al seductor de su sobrina.

Sin otra alternativa para salvar sus vidas, Eloisa tomó los hábitos en el convento de Argenteuil mientras que Abelardo, ingresaró en el convento de Saint-Denis. Como consecuencia de sus ideas y discusiones teológicas, fue rechazado por los monjes de Saint-Denis, por lo que se retiró a la diósesis de Troyes donde se comprometió con una vida austera y rigurosa. Allí fundó el oratorio al Paracleto o Espíritu Santo Consolador, del que mas tarde Eloísa fuera abadesa.


Abelardo murió en la abadía de San Marcelo, en Chalons-sur-Saone, el 21 de abril de 1142. Tenía por entonces 63 años. En sus últimos años, había abandonado sus ideas heréticas, rechazando el arrianismo y el sabelianismo. Eloísa, reclamía su cuerpo. Ella murió en 1163, pero recién en 1808 los restos de ambos amantes fueron depositados juntos en el Museo de monumentos franceses de París. Finalmente en 1817, ambos fueron depositados en una misma tumba, en el cementerio del Pere Lachaise, de la misma capital.


Abelardo y Eloisa, aunque abocados al debate filosófico el uno, o la vida monástica la otra, nunca dejaron de amarse apasionadamente, pensando sin más, el uno en el otro. No pudieron morir juntos, pero protagonizaron la terrible desdicha de un amor imposible que si bien no les dio la felicidad de vivir uno cerca del otro, si les dio la de haberse sabido amados.


Os dejo una nota que encontré en una web cuando estaba buscando sobre esta pareja, que me pareció super interesante:
Esta pareja vivió momentos de tanto gozo y presencia pero a la vez de tristeza y ausencia que cada una de estas manifestaciones humanas parecieran que se vivieran hoy por hoy con la misma intensidad que se vivieron en el ayer. En realidad existe algo que mantiene a los seres humanos interrelacionados y da sentido a la vida como tal, ese algo es el amor unido, la mayoría de las veces, a los proyectos de intelectualidad y espiritualidad humanas.
 


Fuente: internet y propias fuentes de libros



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4 comentarios :

  1. wow que pasada de historia y que triste

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  2. Ay por favor, que cosa más bonita, y que triste, jaja. Ahora mismo estoy para llorar, pero aún ni sé si por lo uno o por lo otro XD

    Ánimo con los exámenes preciosa, ¡tú puedes! ;)

    Un besote grande!!

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  3. La última imagen creo recordar que la había visto en algún lado. O una parecida XD
    No conocía esta historia. Y me ha parecido interesante, sobretodo la última nota. Me ha dado que pensar.
    Cada día me acuesto con conocimientos nuevos :)
    ¡Ánimo con los exámenes! Ya queda poco.

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  4. Una historia preciosa y muy triste. Gracias por traerla a tu rinconcito, Nedylene. La desconocía por completo y ha sido muy bello descubrirla :)

    Besos de colores y mucho ánimo con los exámenes!!!

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